Haces que mi mundo se tambalee. Como si me encontrase en una balsa a la deriva, a merced de las olas... Como si la tierra se abriese a mis pies...
Me mareo, me muevo al ritmo de tus golpes, siento que caigo, a veces siento que mantengo el equilibrio pero luego, una nueva sacudida tuya hace que pierda la concentración y vuelva a estar a disposición de tus impulsos catastróficos para mí.
Porque veo como todo se desprende, como me aferro a lo poco que queda en pie, lo poco que no puedes destruír. Mi novia. Mi isla en medio de tu tempestad, de tus olas que quieren arrastrarme al dolor y la desolación...
Eres de las peores cosas que me han pasado en la vida. Y la vida... Me la diste tú... Qué triste paradoja que una madre, en vez de ser el puente firme que te haga cruzar la vida, sea una catástrofe natural que te impida disfrutar el paseo...
