viernes, 25 de febrero de 2011

24/02/2011


A veces, no sé quién soy... Tengo la sensación de que soy dos personas diferentes: Una, la amargada que no puede evitar sentirse mal. Y otra, la que quiere ser feliz, sonreír y ser agradable.
Un día, me dijo un psicólogo que gastaba tantas energías en aparentar que era feliz, que luego no me quedaban fuerzas para nada y por éso me hundía... Y cuando cogía fuerzas, vuelta a empezar... Por éso, mi vida era como una espiral...

He ido varias veces a psicólogos y creo que cuando das con el adecuado, te cambia la vida.
No me arrepiento, porque todos me han ayudado en algo y creo firmemente que el mundo está tan mal últimamente que necesitamos un tratamiento para el alma... De no ser por éso, me habría convertido en un ser taciturno, amargado e insoportable... O en algo parecido a mi madre. Y no quiero ni una cosa ni la otra...
A veces, cuando me rayo porque creo que soy como mi madre, mi novia me dice que si fuese como mi madre ella no estaría conmigo... Y me reconforta diciéndome que en lo importante, me parezco a mi padre.

Hoy me he levantado regular. El transilium de ayer me dejó tocada y no me ha servido de nada, más que para aflojarme el cuerpo... Me duelen los ojos porque lloré anoche. Y lloré porque me dio la gana, que estoy harta de dar explicaciones...

Hoy no tengo ganas de falsear... Como decía el psicólogo, probablemente me habré quedado sin energías... Así que me limito a hablarle a quien me apetece y al resto del mundo lo ignoro. Y sigo disimulando como puedo el dolor... Porque, si ni yo misma sé explicar por qué me duele tanto la vida cómo puedo pretender que lo entienda mi novia...
Ella sabe que estoy mal, y procura no rayarse y dejarme en paz... Hoy, haga lo que haga, será automático... Hoy me he metido en "mi agujero" y ahí es donde quiero estar, lamiéndome las heridas hasta que considere que estoy lista para salir.

Tengo tantas y tantas cosas en la cabeza que me agoto sólo de pensar... Así que mejor no pienso... Ni trato de explicar... Dejaré que pase el tiempo.

miércoles, 23 de febrero de 2011

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Hoy la vida me ha jugado una mala pasada.
Era la misa de mi "tata" y no he podido ir porque he salido muy tarde del trabajo y cuando llegué a mi casa, estaba con un ataque de nervios... Venía con una punzada en el pecho, después de haber llorado en la oficina mientras hacía el puto informe que quería la directora... Y siento que he fallado. Les he fallado a las 2. A mi "tata" porque ella hubiera querido que yo estuviese y a ella porque sigo sintiendo que debo estar a su lado.
¿A quién quiero engañar? Si no hay un sólo día que no piense en ella. Que salgo a fumar un cigarro y pienso en cómo estará, si estará llorando, si estará bien, si estará hablando con alguien... 
Y sinceramente, me importa una mierda que ella no quiera hablar conmigo o que piense lo que quiera. No tengo ni puñetera idea de lo que ella siente por mí o piensa de mí... Sólo sé que yo la quiero, que siempre la he querido y aunque nadie lo sepa, siempre está en mi pensamiento.
Hace un rato, le mandé 1 sms y le dije que sentía mucho no haber podido estar y le puse "tq", esa abreviación que nos hace más fácil decir lo que sentimos...
Ella me respondió que sabía que yo "estaba" allí, en la misa, y que también me quiere.
Pero yo sigo sintiendo que la vida hoy me ha puteado y no me ha dejado estar donde yo sentía que debía estar, donde mi corazón estaba mientras trabajaba...


Desde que murió, algo se llevó que no me hace más que llorar...

lunes, 21 de febrero de 2011

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He sido una gilipollas, como siempre.
Ahora, la diferencia, es que no me cojo un berrinche como cuando era pequeña, ni me pregunto por qué ni lloro... Ahora me da igual, porque sé que a pesar de que siento que mi vida es una mierda, tengo algo por lo que mucha gente llora y es el amor de mi pareja. 
Tengo, a pesar de no tener nada que me haga ilusión ahora mismo en la vida, una mujer con la que compartir mi amor, mis noches, mis sueños, mi pasión y mi cariño... Y no voy a perder el tiempo ni un segundo más sintiendo dolor.

Me siento mal. Física y mentalmente. Me siento tan agotada que tengo ganas de llorar... Y no es por nadie, es por mi vida, mi trabajo y mi madre. Sí. Es por esos dos motivos: Un trabajo que me quita las ilusiones y una madre que me hunde y me agota psicológicamente...

Sin ir más lejos... Se me acaban de dormir los labios... No sé qué me pasa, me encuentro fatal últimamente... Necesito llorar... 

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jueves, 17 de febrero de 2011

Qué sabrá...

Esta tarde, llegué más tarde a casa porque ha venido al trabajo una antigua compañera de la que estuve encaprichada, pero a la que ahora guardo un gran cariño.
Cuando llegué a eso de las 7 de la tarde, pensaba que ella ya no estaría, pero vi su coche abajo y hasta entonces, no me di cuenta de la de tiempo que hacía que no veía su coche en mi barrio y la ilusión que me hacía de pequeña cuando lo veía...
Al poco de llegar yo, se iba y bajé con ella al perro; al despedirse de mi madre, ésta empezó con sus tonterías de celos y dijo: "yo la quiero más que tú". Refiriéndose a que la quería más que yo... Y no pude evitarlo, me salió así, de sopetón y le respondí:"Qué sabrás tú...!"
En el mismo instante que lo dije, recordé este blog y todo lo que había escrito...
Qué sabrá ella de lo que la quiero y la he querido...
Luego, me quedé abajo con el perro y pensé en una forma de describir lo que siento, porque yo soy así, cuando se me traba algo tengo que dejarlo solucionado... Y se me vino a la cabeza un pensamiento: "Pasó del cariño al amor y del amor al cariño... Fue tu cariño de niña, luego tu amor primero y ahora es tu amor incondicional, porque, aunque estoy con la mujer de mi vida, ella siempre ha sido especial, desde que yo era pequeña y ahora a las puertas de los 30... Siempre será igual lo que siento, por lo tanto, es como una de esas novelas que se escriben... Es el amor de mi vida.Ése que nunca se realiza y que dura hasta la muerte"
Y ahí quedó mi pensamiento. Y aquí lo dejo.
Así que... Qué sabrá mi madre de lo que la quiero yo... Y qué sabrá ella, si hasta hace unos días ni siquiera lo sabía yo...

Monotema

Hace cosa de una hora, estaba en la puerta fumándome un cigarro antes de entrar y pensando en cuándo sería el próximo día que le vería... Como hacía hace mucho años... Y me he acordado de mi niñez, y me ha dado ternura verme con 10 años, esperando que llegue primero de mes para que fuese a pagarle a mi madre... 
Seguramente era mi gran secreto, que la quería de una forma que no sabía explicar... De hecho, aun no sé explicarlo...

Estos días, el hecho de tenerla tan presente y estar tanto en contacto con ella me hace escribir mucho sobre el tema y los recuerdos.

Bueno, otro día más...

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miércoles, 16 de febrero de 2011

Si la tuviese delante ahora mismo le diría: ¿Se puede saber por qué eres tan fría?
La excusa del horóscopo no me vale.

No soy la persona más cariñosa del mundo, pero cuando quiero a alguien de verdad, procuro demostrarlo... Sin embargo, con las personas más importantes de mi vida, no puedo hacerlo porque me intimidan. Son casi como palitos cuando les toco... Mi novia se salva un poco, pero también se las trae... No entiendo por qué a la gente le cuesta tanto expresar lo que siente... 

Estoy un poco amargada, la lluvia tiene la culpa. 

Hoy no estoy inspirada... Total, para leerme luego y aburrirme, mejor lo dejo...

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martes, 15 de febrero de 2011

Pasan los años

Estos días están siendo como recordar mis años de adolescencia, pero desde una perspectiva diferente.
Ayer pasé el día con ella y la verdad es que lo necesitaba; fuera dudas, fuera sentimiento de culpa y bienvenida a mi vida actual y a la mujer que soy hoy en día.
Necesitaba éso. Estar con ella, ayudarla, acompañarla, volver a esa casa en la que tantos momentos bonitos viví, en la que dejé mi niñez, mis agobios con mi madre, mis desahogos, donde me sentía escuchada y comprendida... Ella no está ya, la que era su madre y la que fue como una tata para mí. Pero está en nosotras, en todo lo que nos dejó. 
Y yo necesitaba estar con ella y estuve.
Fuera paranoias.
Ahora sé que seguramente estuve enamorada, sería mi primer amor sin siquiera saberlo, pero yo era una niña, una adolescente... Luego los años pasaron y mi vida es otra. 
Ahora entiendo por qué sigue importándome tanto...

Lo mejor que me ha podido pasar en la vida es darme cuenta de que no es tan inaccesible como pensaba, que estamos unidas por un lazo que nunca se romperá y que a pesar de no llevar la misma sangre, la siento ligada a mí por los momentos vividos. 

Mi vida vuelve poco a poco a la normalidad... Dentro de poco me quejaré del tiempo, del trabajo, del dinero... Pero la vida ha vuelto a darme una lección.

Ella también volverá a vivir, seguirá adelante como todo el mundo y yo estaré ahí para ayudarla en todo lo que pueda, simplemente, porque la quiero. Y ése es motivo más que suficiente.
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lunes, 14 de febrero de 2011

No puedo explicar en un post media vida, ni relaciones que son complicadas... 
Sólo puedo escribir lo que siento...


Te quise de una forma que no puedo cuantificar... Posiblemente, más que querete, te amé. Seguramente, fuiste mi primer amor, ése que de pequeña piensas que es un cariño muy grande, mucho antes de saber que era lesbiana... Me he pasado varios días pendiente de tu persona, odio verte sufrir y me hubiese gustado pegarme a ti como una lapa para que nada ni nadie te hiciese daño... Pero tu dolor, es imposible de mitigar... Y tu personalidad es imposible de descifrar...
No quiero ser pesada, no quiero molestar, y sin embargo, tengo la sensación de que tendría que estar más contigo...


Te quiero tanto, que hasta mi novia se encela... Pero es difícil de entender que eres como una hermana para mí, y que sea lo que sea lo que siento por ti, me duele más que nada y sólo quiero que seas feliz.


Seguramente, decir que te quiero no es suficiente, pero a mí me basta cuando me lo dicen, será porque no me lo suelen decir, sólo mi novia.


¿Recuerdas cuando de pequeña te dejé que leyeses mi diario..? Pues ahora escribo en sitios como este y lo podrías leer, no hay nadie en el mundo en quien confiaría tanto como en ti, pero ya ves que aun no he podido arreglarte el ordenador... Lo siento. Te quiero.

jueves, 10 de febrero de 2011

De la amargura

La amargura es algo que miento tanto a lo largo de mi vida que la gente que me rodea ha dejado de darle importancia... 
Estoy de acuerdo en que antes lo decía mucho y sin motivos... Pero de un tiempo a esta parte, cuando digo que estoy amargada quiero decir exactamente eso.
Entiendo que hay gente con otro espíritu que son capaces de verle el lado positivo a todo o no dejar que les afecten ciertas cosas... Yo soy como una pompa, transparente y frágil, y cuando algo me amarga, me amarga. Hasta el punto de sentir que quiero llorar y desaparecer, gritar y echar a volar porque no soporto la vida o el mundo que me rodea...
Actualmente, lo que me amarga es el trabajo sobre todo. Odio esta empresa. Odio mis jefas. Odio no sentirme realizada y vivir con miedo, que como bien dijo un día alguien, es "vivir a medias"... 
Odio que mis días y mis años pasen en este sitio que me está mustiando el alma.
Y tengo una hipoteca y un coche que pagar... No es que no quiera trabajar, me gusta el trabajo de oficina, pero mi empresa y mis jefas son malo para la salud mental de alguien como yo. Me están consumiendo la ilusión... ¿Y qué es una persona sin ilusión? 



martes, 8 de febrero de 2011

El tiempo

Recuerdo que cuando creé este blog mi vida se encontraba en un momento crucial. Seguir o no seguir con mi relación que yo pensaba para toda la vida... La cosa quedó en una cita para hablarlo...
Me pidió otra oportunidad. Se la di.
Nos hemos comprado un piso y lo estamos reformando.
Tengo otros blogs, pero en todos me conoce alguien... En éste no y quiero que siga siendo así, porque es un lugar en el mundo en el que escribir exactamente lo que pienso, sin tapujos, sin miedos, siendo completamente yo.
Sigo estando loca y sigo siendo la misma, aunque haya cambiado en algunos matices, porque todo cambia, al menos el ser humano a lo largo de su vida... Pero la gente sigue diciendo que estoy loca... Y no me molesta. Porque al fin y al cabo, soy yo, y poco me ha importado siempre lo que diga la gente... Gracias a dios.

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