viernes, 12 de junio de 2015

Cosas

Cuando escribo aquí significa que no puedo escribir en cualquier otro sitio. Este es el último rincón en el que me refugio cuando quiero gritar, llorar y patalear sin miedo y sin importarme nada.
Tengo muchas ganas de llorar, muchísmas. Ella no lo ve, nunca lo ve, nunca lo nota, nunca se da cuenta. Sólo sabe que estoy enfadada por algo, pero nada más.
No piensa que ayer me pasé todo el día diciéndole que quería hacer el amor, que intenté llevar la iniciativa por la noche para variar... Para encontrarme lo de siempre... Que está muy cansada y punto final.
Yo también estoy cansada... Agotada... Pero éso no es excusa para mí y ya estoy harta. Harta de que todas las mujeres con las que he estado me han dejado insatisfecha. Que siempre he tenido que ir detrás de ellas pidiendo algo que debería salir solo... Luego, cuando me hastio del tema y me busco a otra, la mala soy yo...
Pero ya estoy harta de otras y de mismas... Estoy harta de mujeres frígidas que me quieren para que las defienda o para lo que sea pero que no me deseen. Estoy harta.
Ojalá me empezaran a gustar los hombres. Ojalá pudiera estar con alguien que de verdad me deseara y me quitara esta puta insatisfacción que siento cada dos por tres.
Estoy harta y tengo ganas de llorar. Odio llorar por este motivo.
Estoy harta. Y no pienso hablar. Porque no sirve de nada. Lo tengo ya más que comprobado, con respecto a este tema NO SIRVE DE NADA HABLAR.
Asco de puta vida.
A ver si llegan ya las 6 y me voy a tomarme una pastilla y a la cama. Y que me deje todo el mundo en paz.