Un dolor profundo, que desgarra desde dentro, miles y miles de lágrimas que desean salir... La cabeza dando mil vueltas...
Ellas, mi casa, mis perros, mi vida...
Sentir que la quiero más que a nadie pero que no la deseo, ése es el problema, el deseo, el amor, la pareja...
Pensar qué hacer con mi vida... Que podríamos haber sido muy felices si yo la amase... Si no amase a otra...
Porque con ella tengo todo lo que siempre quise, lo que quiero... Menos el amor, el sentirme unida a ella por algo que nadie puede romper... Porque ya lo rompí yo... O ella... O el tiempo, o la vida... Lo que sea...
Ahora mismo sólo siento dolor... Y soledad. La soledad que ella siempre llenó y ya nadie llenará.
Dolor y miedo. De darme cuenta cuando ya sea tarde que no puedo ser feliz con nadie más que con ella...
Estos días la he mirado y la he querido más de lo que ella se imagina... Más que nunca tal vez porque por encima de todo, la quiero y siempre la querré. Aunque no como ella necesita, no como necesitamos las dos...
Si ella supiera lo que la he querido y lo que la quiero... Si supiera que estoy convencida de que no seré feliz con nadie si no es con ella... Si supiera lo mucho que ya la echo de menos...
Pero es egoísta. Y estoy cansada de ser egoísta, de mentir, de utilizarla, de necesitarla y tenerla y que ella no me tenga a mí como necesita.
Estoy harta de ser mala persona. Si estoy con ella quiero que sea al cien por cien. Y ahora éso es imposible.
Si algún día vuelvo a buscarla y no está, será la ley de mi vida.
Soy consciente de que estoy perdiendo lo mejor de mi vida. Que es ella. Pero nadie podría nunca entenderlo. Eso es sólo mío. Ni siquiera de ella.
Mío, de mi dolor, de mis miedos... De mi locura y mis pensamientos.
Quiero morirme más que nunca, y tengo que seguir viviendo... Qué más castigo quiero...
