martes, 28 de marzo de 2017

Día 3

Creo que nunca he escrito en este estado... Inseminada.
Es mi 3ª inseminación, la segunda en la clínica actual, y sólo hace 3 días.
Aunque estoy prácticamente segura de que será negativo otra vez, la puñetera ilusión no me deja ser realista y me monto películas y hago números con las fechas...
El tiempo pasa muy lento y por otro lado no quiero que llegue nunca el día de la prueba...
La esperanza y la ilusión son algo precioso. Pero el golpe de después es un dolor indescriptible.
Bueno... Un día más... Una vez más...

martes, 14 de marzo de 2017

Este día

Todos los años por estas fechas me martillea en el sentido un recuerdo y aún sin quererlo la herida se abre.
A veces escribo, a veces lo dejo pasar... Pero siempre está ahí. Cuando se va acercando el día me pongo mal, me lo noto, estoy irascible, estoy sensible y lo peor, no puedo explicarlo porque sé que nadie lo entendería.
Es como cuando se te muere alguien y se acerca la fecha de su muerte, aunque no quieras, lo recuerdas y vuelves a sentir ese dolor latente que no es que sanase, sino que estaba escondido, ahí, esperando volver a salir.
Por supuesto que no es igual, yo por ejemplo ya no tengo 14 años, tengo 35 y pronto cumpliré los 36, estoy intentando tener un hijo y mi vida no es para nada como la había imaginado, pero me encanta.
Aunque, como casi cada año desde hace mucho tiempo, la busco. La busco como si fuese ya un ritual. Y me río de las cosas que veo, me río con rabia porque me quedaron muchas cosas por decirle. Claro que yo era una niña... Ahora, la mujer que soy, supongo que quiere defender a esa niña a la que un día hicieron tanto daño...
Hoy he leído que en el apartado de "cita favorita" pone: "No rompas algo que puedas desatar". Qué bonitas quedan las frases escritas pero qué diferentes son de la realidad...
Pero también pienso que igual que yo he cambiado, ha podido cambiar ella y aprender... No sé, creo que era demasiado egoísta y vanidosa en esa época como para pensar en una niña antes que en ella. Siempre recuerdo la película "El hombre sin rostro" cuando recuerdo todo ésto... Pero ella hizo lo que se esperaba... No era una película, era la realidad. La gente se sacude el problema y a andar...
No deja de parecerme curioso que tenga casi la misma edad que mi mujer... Me hace gracia. No creo que yo con esa edad tuviese capacidad de amar, no sabía ni lo que era... Creo que me hicieron tanto daño con ese tema que llegué a odiar la homosexualidad... Quizás me hubiese costado menos asumirla si no hubiese pasado todo éso...Pero pasó. Y me hicieron creer que ser lesbiana era algo muy malo. Ella fue una de las que me lo dejó bastante claro... Hay cosas que se te quedan clavadas. Esa frase, casi gritando... Mi cuerpo temblando en el recreo mientras los niños del colegio juegan... Me pidió que la olvidara pero para mi desgracia no he podido a pesar de los años. Y no porque sienta algo por ella, si no porque me gustaría poder decirle muchas cosas, muchas, que ahora, tantos años después me salen en defensa de esa niña que un día fui.
Por desgracia, yo lo recuerdo todo. Todo. Y creo que es injusto que cargue yo con ese peso sola. A fin de cuentas, la "adulta" era ella... Pero la vida es así... La gente egoísta, gana. Los que vivimos con el corazón, nos vamos desgastando por el camino...
Lo único que espero es que la vida lo ponga todo en su sitio. Como corresponde y como debe ser. Ni más ni menos.
Este día... Un año más. 14 de Marzo.

lunes, 27 de febrero de 2017

Otra vez aquí

Justo ayer estuvimos hablando de que hace mucho que no escribo, porque no lo necesito...
Y justo hoy es uno de esos días en los que me hace falta.
Éso de andar con un nudo en la garganta es algo que me agota... Y son tantas cosas difíciles de explicar...
La he querido más que a nadie en este mundo, mucho más de lo que pensé que podría llegar a querer alguna vez a alguien... Y ya sé que las cosas no pueden ser perfectas, ya lo sé... Pero, ¿Tiene que ser tan complicado?
No me da miedo dejar de quererla, no creo que pueda dejar de quererla, pero mi forma de quererla está cambiando. Y éso quizás sí que me da miedo. Las cosas no son blancas o negras y ella no es como yo... Pero yo ya no tengo un blog a medias con ella y ya no encuentro la forma de explicarle ciertas cosas... Cosas que no sé explicarme ni a mí misma porque es cuestión de sentimientos.
Yo no sé si la vida me dará un hijo, cada día estoy más convencida de que no. Pero me gustaría saber qué se siente, qué es éso que hace que nada te importe más que ese hijo. Que llegue una a los límites que llega por el hecho de haber parido a alguien. Me gustaría saberlo porque así quizás podría entenderla... Pero no creo que la vida me dé esa oportunidad. Sé que estoy tirando miles de euros sólo por no quedarme con la cosa de haberlo intentado... Y aunque quiera ser madre como siempre quise, en el fondo sé que me lo merezco. Porque ya elegí una vez y no elegí ser madre, si no estar con ella. Y con ella estoy.
Ya sé que me quiere... Lo sé, mejor de lo que piensa. Pero también sé que tengo que luchar constantemente contra su naturaleza y algún día me cansaré de luchar.
Creo que al igual que yo no puedo entender lo que siente una madre, ella tampoco podrá entender lo que yo siento jamás. La dimensión del dolor y la impotencia que me causan su amor de madre.
Ayer recordaba claramente su disgusto del otro día... Sus palabras, su actitud, su dolor, su ceguera, su intento de convencerse a sí misma de que las cosas van a cambiar... No cambia nada. NADA. No cambia nada si no cambia ella.
Pero yo sí. Yo sí y ella no se entera...
Cambia mi forma de quererla, cambia mi preocupación, mis ganas de protegerla y de cuidarla. Porque ahora pienso, " que se cuide ella", " tiene bien merecido lo que le pasa"...etc, etc...
Y cuando vuelva el próximo golpe, no encontrará indignación ni comprensión... Porque me dará igual lo que le haga... Y éso es lo que ella no entiende. No creo que la deje que es su miedo, porque la quiero, la quiero inmensamente, sobre todo cuando no aparece esa parte de su vida que lo tiñe todo de negro... Pero a pesar de lo que siento por ella, a pesar de seguir con ella, la magia se acaba... Y no es culpa del tiempo. Es ella y sus circunstancias.
Y un día me dirá que he cambiado y no entenderá que lo que me cambiaron fueron tantas y tantas lágrimas que derramé recordando cada una de sus palabras de amor dedicadas a alguien que la pisoteó mientras yo me encargaba de cuidarla.

Hoy será un día muy largo... Pero es otro trocito de corazón que se endurece.

Gracias.

miércoles, 15 de junio de 2016

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Pues no lo sé, qué quieres que te diga... No sé lo que me pasa.
Pero es cierto que ayer pusimos un parche, que te mandé señales de humo y quedaron en éso, en humo... Que intenté acercarme pero considero que debías acercarte tú. Y esta vez, no rubia... Esta vez no voy a pasar años esperando como lo hice con ella. Esta vez cuando llegue al límite, lo pasaré. Porque, entre otras cosas, aprendí a quererme por encima de todo y sé lo que merezco y lo quiero y no quiero.
Es verdad que cuando todo está bien es fácil quererse y que ahora mismo todo es complicado. Pero yo no me siento con fuerzas de luchar como lo hice hace 3 años por estar contigo... Porque ya no me quedan. Porque las agoté todas por estar contigo y ahora eres tú la que debe hacerlo.
Yo bastante tengo con levantarme cada día con ganas de llorar y esperar las 24 horas que te acerques, que vengas y me des éso que espero y no llega...
Te lo dije ayer, pero no te lo voy a repetir. Porque creo que ayer lo dejé lo suficientemente claro. Necesito más de ti. Y no estoy dispuesta a quedarme con lo que tengo.
Me gustaría poder decirte todo esto cuando me preguntas qué me pasa, pero ya sabes que siempre me he explicado mejor por escrito. Y ahora ni siquiera te escribo.
Con lo fácil que hubiera sido... Con lo fácil que me tenías y vas y me estás perdiendo...
No quiero una relación como la de todo el mundo, esa la tenía antes...
Era muy fácil. Sólo tenías que acercarte. Demostrarme amor, pasión... Éso que me encanta y me ataba a ti. No me compres ni me intentes adoptar, porque no quiero una madre ni una persona que me solucione los problemas. Quiero una mujer. Y últimamente no la tengo.
Tú misma...
Tú verás...
Pero ahora realmente ni espero ni quiero nada.

martes, 14 de junio de 2016

Promesas que no valen nada

Creo que sólo entro aquí cuando me va mal con ella...
Lo bueno es que no entro mucho. Lo malo es que cuando entro, el vacío que siento es tan grande que absolutamente nada en el mundo lo puede llenar.

Hace muchísimo tiempo que no escucho esa canción... La del título. Y hoy, de pronto, me acordé de ese grupo de música y de esos años en los que me sentía exactamente como hoy y escuchaba sus canciones. Dolor, sensación de soledad, de que nadie puede entender lo que siento, la impotencia, la rabia, las ganas de llorar y sentir que tengo una pareja que no está. Simplemente, no está.
Los detalles pequeños, ese mensaje, esa llamada, ese momento en el que busca la forma de preguntarme cómo estoy. Porque sabe que estoy mal. Y ese momento no llega nunca...
Al final, exploto. Y me enfado. Y digo cosas de las que me arrepiento porque me gustaría ser fría, indiferente y decirle claramente que me ha fallado. Porque éso es lo que siento, que me falla.
A mí no me hace falta que pida un préstamo para sentirme mejor. Yo lo que necesito es que esté ahí, que me diga que no pasa nada, que encontraremos la solución. Que quiere encontrarla conmigo.
No me sirven de nada sus llamadas para buscar dinero. No lo quiero. No es éso lo que quiero de ella, ni que me solucione los problemas. Los problemas se solucionan en pareja.
Yo sé que lo hace con la mejor intención pero no ha hecho más que alejarme más y hacerme sentir aún peor.

Y odio que me diga que me entiende. No me puede entender. Es imposible que entienda lo que siento. Porque ella tuvo dos hijos. Porque ella no tuvo más que follar para tenerlos. Porque ella no puede ni podrá ni podría aunque quiera saber lo que yo siento. Y me revienta que me diga que lo entiende. NO. NO PUEDES ENTENDERLO.

Hace muchísimo tiempo que no me sentía así. Muchísimo...
Sólo quiero llorar y meterme en la cama. Y no quiero ni que me toque.
Pasado mañana tengo una puta prueba que no quiero hacerme. No quiero ni oír hablar de quedarme embarazada. Y no quiero que se acerque a mí. Porque llevaba dos días queriendo hacer el amor pero ella estaba muy cansada... Y ahora estoy con la regla. Y aunque al principio éso le daba igual, últimamente ya no, por éso me cabreo aún más, porque sé que ya nada es igual ni lo será. Y no quiero otra relación frustrada en la que sentirme así.
Esto no lo quiero, y ya ni siquiera me apetece decírselo. Es que siento que la odio cuando me siento así. Y éso no puedo decírselo.
Así que me joderé como siempre y no sé qué haré... A ver si acaba esta puta tarde de mierda y me voy a mi casa y me tomo una pastilla y me acuesto, porque hoy sí que me da igual todo. Y si soy una puta tarada, lo siento. Ojalá pudiera quitarme de en medio porque hoy es lo que realmente deseo.
Y ÉSO si que nunca podrá entenderlo.