viernes, 27 de marzo de 2015

Yo que tanto te quería y tanto te soñaba y te esperaba, te dejé marchar... Como un anhelo que solté de la mano y poco a poco vi cómo se alejaba...
Yo soy la única culpable de que siga escribiendo palabras que nunca leerás, porque nunca existirás.
Yo soy la única que puede entender lo que duele, cómo

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