"Formas de hacer el ridículo"

Ayer por la tarde le escribí una carta. A ordenador, porque a mano no puedo nunca.
Luego de escribírsela, le mandé 1 sms invitándola a un café en casa que sorprendentemente, aceptó.
La carta sigue en mi bolso. No estoy segura de su dirección. Hace ya tantos años que no le envío una carta... Podría habérsela dado en mano, pero me faltó el valor. Vergüenza, miedo... 30 años. Ya estoy mayor para estas cosas.
Pensé que cuando estuviese tomándome el café con ella se me pasaría... Pero no sirvió de nada, porque por mucho que esté con ella, creo que nunca llegaré a saber con certeza qué es lo que siento. Así que la carta sigue en mi bolso y parece que la oigo llamarme pero aun no sé si enviarla con la dirección que tiene por probar, si mandarle un mensaje y decirle que tengo una carta que no me he atrevido a darle o simplemente romperla, como tantas otras...

Esta tarde tengo que ir a casa de mi madre. No tengo nada de ganas, pero "tengo que ir"...

Hoy será un día largo porque tengo mucho sueño, mucho curro y el día sigue lluvioso. Odio la lluvia.

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13:15


La carta la rompí esta mañana. Aun la veo en mi papelera.
Al contrario, le he escrito un correo (otra vez, sí). Y se lo he mandado. Luego le he puesto 1 sms avisándole del correo (para que no lo borre). 
Y aquí estoy... Esperando... No sé el qué, porque puede que ya lo haya leído y no me diga absolutamente nada nunca.
O puede incluso que no lo lea... Cualquiera sabe... Yo no podía más, necesitaba decirle algo. Y ahí está. Escrito. Lo único que necesito es que lo sepa y si me entero de que lo ha leído, me doy por satisfecha.
¿Que qué le he escrito? Nada, sentimientos... Nada...